Ciudad portuaria ubicada en las costas del mediterráneo, Alicante está considerada como uno de los destinos turísticos más importantes de España, no solo por su clima templado la mayor parte del año, sino también por sus playas, cultura, lugares turísticos y gastronomía.
Esta dinámica, cálida y colorida ciudad, a quienes los romanos llamaron “la ciudad de la luz”, nos brinda la oportunidad de recrearnos con unas vacaciones inolvidables debido a sus innumerables encantos. Para no perderte los rincones más espléndidos y atractivos de la ciudad, a continuación te dejaremos una pequeña guía de los sitios que no puedes dejar de recorrer al pisar la costa de Alicante.
Playas cristalinas
Alicante cuenta con 218 kilómetros de playas espectaculares, bajo un cielo azul que cubre aguas cristalinas y arenas blancas, de allí el nombre turístico que se le ha dado a la zona “Costa Blanca”. Las playas más populares entre residentes y turistas son:
La playa de San Juan, una de las más populares y renombradas playas de la Costa de Alicante por su ambiente limpio y familiar, es un paraíso conformado por seis kilómetros de arenas doradas y finas donde las personas pasean, toman sol o practican deporte. Posee un paseo marítimo adornado con altas palmeras donde se asegura la diversión y buena comida en sus múltiples restaurantes, heladerías, bares y cafés, además de puestos de venta de bisutería y artesanía. Cerca de la playa se pueden conseguir hoteles y casas para alquilar y lo mejor es que puedes llegar a ella tomando el tranvía.
Playa de la Albufereta, ubicada al noroeste de la Alicante, es una playa de aguas tranquilas y azul Mediterráneo, que invita al descanso y al relax en medio de la ciudad.
El Postiguet, es una playa muy urbana, pues se encuentra a unos cinco minutos caminando del centro de Alicante. Se caracteriza por la calidad de sus servicios y grandes hoteles, además de sus aguas límpidas.
El Castillo de Santa Bárbara
Al visitar Alicante, se hace imprescindible recorrer uno de los íconos de la ciudad “El Castillo de Santa Bárbara”, una fortaleza construida en el siglo IX por los conquistadores árabes. Ubicado a 169 metros sobre el nivel del mar, no hay lugar de la ciudad desde donde no se divise, presentándose majestuoso e imponente. Cuando se ve desde cierta distancia, toma el aspecto de la cara de un guerrero árabe, por eso se le llama “La Cara del Moro”. Se puede acceder a él a través de una larga caminata, en coche o ascensor y posee zonas de picnic que invitan a sentarse a tomar un bocadillo o sencillamente a refrescarse. Los mejores paisajes y atardeceres de Alicante se visualizan desde este mítico Castillo.
El Paseo de la Explanada
Otro de los lugares que hay que visitar al hacer turismo en Alicante es el Paseo de la Explanada, un recorrido flanqueado por altas palmeras, cuyo suelo imita las olas del Mediterráneo con un mosaico que posee más de seis millones de baldosas azules, blancas y rojas. Suele ser muy visitado por niños y adultos, que encuentran recreación en sus heladerías, ventas de comida, puestos de vendedores de artesanía y artistas y músicos callejeros.
El Barrio de Santa Cruz
Ubicado junto a la muralla que baja desde el Castillo de Santa Bárbara, el Barrio de Santa Cruz es visita obligada si vas de vacaciones a Alicante. Cuando nos internamos en sus callejuelas y escalinatas estrechas, nos da la sensación de haber abandonado el ajetreo de la ciudad para adentrarnos en un pueblito de casas pintorescas, con flores coloridas adornando sus fachadas. Este barrio es una de las zonas de marcha más antiguas de Alicante y durante Semana Santa sus procesiones son de las más atrayentes de España.
El Museo Arqueológico de Alicante
Aunque un poco alejado de la ciudad, el Museo Arqueológico de Alicante, conocido por las siglas MARQ, es una referencia en su estilo. Inaugurado en el año 2000, es considerado como “el primer museo de arqueología del siglo XXI”. Cuenta con sorprendentes exposiciones temporales y una sala de prehistoria, cultura ibérica, cultura romana, edad media y culturas moderna y contemporánea. En el año 204 fue galardonado con el premio del “Museo Europeo del Año”.